viernes, 13 de abril de 2012

(...) antes quiere el hombre querer la nada que no querer.
 Friedrich Nietzsche. La genealogía de la moral.

lunes, 9 de abril de 2012

De ansias y de sentidos

Yo pude haber dicho que moría de vacíos. De vacíos, solo por haber reconocido alguna vez el vacío.
Pude haber insinuado que nada nunca tuvo ni tendrá sentido. Y pude haber hablado de la mismísima vacuidad del ser.
Pero no, no. Para nada.
Porque si mi mano envuelve enteramente su dedo índice, entonces mi mano en ese instante tiene sentido. Y si su pulgar acaricia una pequeña parte de mi muslo, entonces en ese momento, esa pequeña parte de mi muslo tiene sentido.
Tanto como una Nai que se hace bolita abajo de un acolchado, como también un vino en el patio con una guitarra; todos los todos tienen sentido a medida que los pequeños detalles ocurren. Todo el sentido está en los detalles. 
Y el ansia ya se calmó.

martes, 3 de abril de 2012

Lorem Ipsum, unas palabras para Nelsi


Si sos el diablo, el asesino adorable, el tío perverso
el sátiro de la sonrisa enferma simpática
corriendo gente con un matafuegos por los techos
para encender la noche,
todo un enemigo público 
en esa camisa de manga corta.

Si viste el mundo y el mundo
es igual en todas partes,
si los que te entienden
no te pueden alcanzar.
Si sos el cínico fumando un cigarrillo
tranquilo en el recreo de un callcenter
lleno de pastillas como para
sobrevivir la noche o atravesar la semana.

Si en el pecho te quema
el mejor de los vacíos pero adentr
no está tu mamá para decirte
que todo va a estar bien.
Si sos el mentiroso, le estafador,
el visionario peligroso, el bándalo psicótico
de parque chacabuco, 
tomando ginebra, con sangre
cayéndote por toda la pierna,
hablando de que hasta lo pagano es cliché.
Si los diarios no tienen noticias para vos.
Si todo te interesa pero
ya nada es interesante.

Si ya te reíste de todos y de todo,
cómo no vas a reirte
cuando escuches el retumbe del acero en la noche?
Cómo no vas a reirte llorando en su cara,
cuando se acerque, irremediable, el resplandor?
Cómo no vas a morir de risa con los ojos llenos de lágrimas
cuando finalmente escuches el último gemido agónico y pesado,
la advertencia culpable de la máquina?

Y qué después hagan lo que quieran,
si la verdad es que no te importa para nada.

Julián Sardi.