martes, 25 de febrero de 2014

Lo que uno dijo sin decir y lo que el otro debió decir

¡Todo es una comedia fácil de comprender! Yo aspiro a desaparecer, pero me dicen: "¡No, es preciso que vivas, porque sin ti nada existiría! Si todo fuese razonable en la tierra, el espíritu moriría en el tedio. ¡La humanidad necesita que ocurra algo, y sin ti no ocurriría nada!". Cumplo, pues, con mi misión, muy a pesar mío, de suscitar acontecimientos, y hasta realizo lo irracional por orden. A pesar de la inteligencia humana, se toma en serio esta comedia. Es la tragedia de los seres. ¡Sufren, es evidente: pero viven con una vida real y no imaginaria, porque el sufrimiento es la vida, y sin él no hay placer! (...) En cambio, yo sufro y no vivo: soy la x en una ecuación ignorada, el espectro de la vida, ya sin noción de las cosas y hasta sin nombre. 

"Nada hizo la sociedad por mí para educarme e instruirme, para ennoblecer mi espíritu y hacer de mí un hombre; y, después de negarme toda solidaridad, ahora me envía al presidio. Pues bien, estamos en paz: ¡no debo nada a nadie! ¡A vuestra maldad, a vuestra crueldad responderé con la mía!".


Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamazov

lunes, 3 de febrero de 2014

Como este mes...

Son los fantasmas de tus ya viejas crisis los que me oscurecen los febreros. 
Me encantaría que fuera tu mismísimo fantasma, pero solo se me acercan estos espectros. 
Y como si tu ausencia fuese cíclica, me cruzo con tus inconscientes fieles seguidores. Entonces, de alguna manera, sigo mirando tus ojos entre abiertos en aquel rincón, bajo la irónica cruz que acompañó tu sonrisa y tus lágrimas ya secas aquella tarde gris. Gris como hoy, como el día 7, como este mes por siempre funesto mes.
Pero hace bastante que dejé de venirte con reproches irreprochables. Hasta prefiero ver ir y venir a los fantasmas. Es que tu foto no me alcanza, como ya he dicho alguna vez. Los espectros tampoco, de hecho. Y seguramente, vuelva a decirlo más adelante, incluso entre esas palabras que a veces encuentro carentes de cualquier tipo de sentido. Ocurre que sos, entre muchísimas otras cosas, de los mejores motivos para expresar lo inexpresable. 
Me gustaría saber cuántas verdades brutas me dirías hoy. Quizás tus verdades te fueron suficiente. 
A mí nunca me alcanza. Y suspiro. 
Los fantasmas de tus viejas crisis me oscurecen los febreros. Y mis grises febreros son todos tuyos, como este mes por siempre funesto mes.