miércoles, 11 de junio de 2008

La persistencia de la memoria.

Entre todas esas plantas, llenas de flores de recuerdos. Desbordante de pimpollos con ganas de florecer. Saboreando con los ojos las lejanías ya dejadas, en aquella punta de rincones ya guardados.
Forzando las formas con precisiones por no derramar los pequeños cristales. Sosteniendo con fuerza el cuerpo perpendicular al piso. Con la desnudez de los pies acariciando la tierra.
Blancos contornos que resaltan aquellas hojas de mis plantas. El suave cantar de las voces de aves que jamás ví o escuché.
Este, es el lugar más hermoso. Y yo solo estoy aca porque estoy a punto de morir. Delicadas gotas de mi esencia se arrastran por mi cuerpo hasta llegar al, ya formado, charco de reflejos rojos entre tierra y pasto. El puñal ya no se siente, a pesar de estar ahí.
Todo mi alrededor está repleto de esas flores tan hermosas, tan divinas y llamativas. Blancas, rosas, rojas, negras, grises... Inocentes, intactas, intangibles, perfectas.
Mi cuerpo me pesa. No puedo caer. Cerrando los ojos, la eternidad se apagará. Mis tiempos seran infinitos. Esta memoria no morirá.
Acá me quedo. Y me mantengo de pie.
Recordando... Los relojes se derriten.

lunes, 31 de marzo de 2008

"Como las flores se hacen más dulces por la luz del sol y el rocío, también este viejo mundo se hace más brillante por la vida de la gente como vos."
Bonnie Parker.

lunes, 4 de febrero de 2008

Saltar desde al lado de las nubes al vacío. ¡Qué increíble sensación!
En ese interminable instante, donde las proximidades se encuentran tan lejos, ya nada importa.
Por un pequeño momento, no hay más penas, ni lamentos, ni olvidos, ni tristeza. Pasa todo tan rápido.
Segundos en el aire, mente en blanco. Velocidades. Nada te detiene. Solo caes.
El paracaídas se abre. Solo el viento, y la soledad del inmenso espacio. Silencio.
Nada es relevante. Todo abajo es insignificante. Silencio. Tranquilidad.
Ahora, solo te relajás, mirás el panorama, suspirás, lo admirás.Y te dejas llevar.
Un pequeño instante más, te dejás llevar. Porque cuando toques el suelo, volvés a vivir.
Cuando tocás el suelo... La pausa terminó.




jueves, 31 de enero de 2008

Su peor temor...

La tortura del taladro culposo. La maquiavelica esperanza de que nada termine.
De qué forma la han tratado.
Su peor temor. Y no se dieron cuenta.
Lo único que hicieron fue ayudarla a enfrentarlo.
La mataron, sí. Pero la hicieron renacer.
Ahora es más fuerte, y no se piensa rendir.
La mataron, pero al matarla, no hicieron más que sacarle su peor temor.
Lo que más la asustaba, hoy le da vida.
Lo que menos quería, hoy la mantiene de pie.
Y ellos no lo ven. Ni tampoco podrán verlo.

La vida de la mía. Hoy, soy yo. Mi propia vida.
Nadie nunca me trató peor.
No hicieron más que darme seguridad.
Lamentablemente, gracias.
Y ya no tengo más miedos.