jueves, 31 de enero de 2008

Su peor temor...

La tortura del taladro culposo. La maquiavelica esperanza de que nada termine.
De qué forma la han tratado.
Su peor temor. Y no se dieron cuenta.
Lo único que hicieron fue ayudarla a enfrentarlo.
La mataron, sí. Pero la hicieron renacer.
Ahora es más fuerte, y no se piensa rendir.
La mataron, pero al matarla, no hicieron más que sacarle su peor temor.
Lo que más la asustaba, hoy le da vida.
Lo que menos quería, hoy la mantiene de pie.
Y ellos no lo ven. Ni tampoco podrán verlo.

La vida de la mía. Hoy, soy yo. Mi propia vida.
Nadie nunca me trató peor.
No hicieron más que darme seguridad.
Lamentablemente, gracias.
Y ya no tengo más miedos.