lunes, 4 de febrero de 2008

Saltar desde al lado de las nubes al vacío. ¡Qué increíble sensación!
En ese interminable instante, donde las proximidades se encuentran tan lejos, ya nada importa.
Por un pequeño momento, no hay más penas, ni lamentos, ni olvidos, ni tristeza. Pasa todo tan rápido.
Segundos en el aire, mente en blanco. Velocidades. Nada te detiene. Solo caes.
El paracaídas se abre. Solo el viento, y la soledad del inmenso espacio. Silencio.
Nada es relevante. Todo abajo es insignificante. Silencio. Tranquilidad.
Ahora, solo te relajás, mirás el panorama, suspirás, lo admirás.Y te dejas llevar.
Un pequeño instante más, te dejás llevar. Porque cuando toques el suelo, volvés a vivir.
Cuando tocás el suelo... La pausa terminó.