Mientras mi hno. nos contaba sus anécdotas de fin de semana, nos reiamos, comiamos "Kesitas" y "Vocación", tomabamos mates(medios fríos), escuchabamos la música de los pibes que estaban haciendo un show a pocos metros de donde estabamos, y olfateamos aromas de Hierbas Medicinales quemandose.
También comimos churros bañados en chocolate.
Y ahora, aquí estoy, en casa otra vez.
Linda tarde, linda.

Y ahora, acaba de llegar la familia, de hecho, están entrando, se acabó la paz. Finalizó mi tranquilidad, y por qué no, la de Nico y la del perro también.

Esto es a lo que yo llamo, un final poco feliz.
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