Las madres no pueden dejar de ser madres.
Hoy mi mamá me hablaba, mientras yo "almorzaba"(y lo pongo entre comillas, porque era un almuerzo de esos que ocurren a las seis de la tarde), y me decía como hacer la pizza de hoy a la noche, para que quede justichini como le gusta a mi hno. mayor. Así de a nada, mientras me hablaba y yo la escuchaba, pero a la vez miraba una película, que cabe destacar que ya la vi más de varias veces, o sea muchas veces, será que notó que mi total y completa atención no estaba dirigida a lo que ella me decía, y dijo en un tono medio de ofendida, que no se iba a ocupar más de nosotros, que ni se iba a molestar porque nosotros no nos molestabamos por ella. Y ni bien terminó de decirlo, se fue a hacer sus cosas.
No pasan ni veinte minutos, que viene, se sienta al lado mio, y mientras veía que yo miraba la película con mucha atención, y terminaba de comer, se me acerca y me dice:
- Otra cosa que podés hacer para que la pizza no te quede tostadita abajo....
Mi risa la interrumpió. Y mientras yo me reía y me reía, ella me miraba sin entender de que me reía. Así que después de un rato de reirme, le dije:
-Vos no podés dejar de ser madre. No te sale.
Moraleja: No importa lo que digan las madres, respecto a que no te van a dar más bola, tarde o temprano, vuelven solitas, no lo pueden evitar.
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