domingo, 29 de octubre de 2006

Dando Comienzo A Lo Que El Resto Cree Como El Fin...

Los ruidos de bombas cesaron. Las armas de fuego cayeron al suelo.
El campo de batalla destruido, pero tranquilo. En silencio.
Miles de soldados muertos, otros con una esperanza de vida, y por último los que hubiesen deseado ser muertos a que tener que vivir con la batalla en sus mentes.
¿Bajo la guardia?
¿Flameará con tristeza mi bandera blanca?
¿Aceptaré la derrota? ¿Es que volveré con la cabeza gacha a mis tierras solitarias?
Puede ser.
Pero en ese caso, no voy a olvidar. Mantendré vigente el recuerdo de la guerra dentro mio.
Buscaré nuevas estrategias para la conquista, y cuando el oponente descuide la defensa, el campo de batalla volverá a arder.
¿Caprichosa? Un poco, quizás.
¿Orgullosa? Ni decirlo.
¿Peleadora? Sin duda alguna.
Pero es que acá, no existen reglas.
Por el momento, haré creer que me he rendido. Quizás, con el tiempo, estas tierras ya no me interesen tanto. Caso contrario, la sangre correrá.

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