domingo, 20 de junio de 2010

Había que darle un rato de silencio.
Había que dejar que duerma.
Había que salir a correr un bondi.
Había que entrar a buscar la billetera.
Había que volver a salir a la calle.
Un grito, quizás, no sé. Algo se oyó.
Pudo haber ocurrido que se haya despertado.
Y quedé parada en la puerta de casa, dudando.

No hay comentarios.: