lunes, 13 de diciembre de 2010

Coronados de gloria

Cuántos esqueletos se han perdido de esa fiesta.
Cuántos otros esqueletos se habrán sentido ofendidos por la indirecta festiva.
Cuántos de todos aquellos muertos quisieran no estar más vivos solo para no tener que seguir mirando cómo les tiran pedazos de democracia en sus caras.
¿Cuántos de todos nosotros entendemos las reglas de este juego?
Juremos. Y gloria para todos.

No hay comentarios.: