martes, 15 de enero de 2013

De cosas y más cosas que nacen de las otras cosas

De cosas y cosas, y de cosas con más cosas. Y después de esas cosas, vienen otras cosas. Y más adelante de eso, hay más cosas con otras cosas más. 
Y me digo y me cuento, y me repito y me vuelvo a decir..., que no hay verdades absolutas. De ahí salen las cosas. Y después me acuerdo de lo que me tengo que acordar..., que el amor es egoísmo, que vivir es sufrimiento; y que de todas esas cosas que tienen y llevan y conllevan otras cosas nacen las no verdades absolutas. 
Y me digo, me repito, me cuento y me vuelvo a decir..., que una de las cosas (de todas esas cosas) más difíciles de hacer es ser libres. Y todo el tiempo me recuerdo que tengo que ser libre. 
Cuando me invade el amor o el egoísmo, como le guste a usted decirle; cuando me lleno de ganas de vivir o de sufrir, como prefiera usted llamarlo..., es en ese momento cuando recuerdo y me digo y me cuento y me repito y me vuelvo a decir que tengo que ser libre, tengo que ser libre, tengo que ser libre, tengo que ser libre. Tengoqueserlibre. 
Y espero y anhelo y deseo que mi idea de ser libre no me aprisione, porque de tanto amor que siento por mí, por ellos, por todos y por mis ideas, ya estoy llena de cárceles. Y tengoqueserlibre, tengoqueserlibre, tengoqueserlibre. 
Y después respiro, y me calmo, y no me digo más nada, y no me repito más nada, y me quedo en silencio y sigo sufriendo tranquila, digo, viviendo tranquila (o como más le guste a usted decirle), y por supuesto, me siento más liviana. 

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