jueves, 14 de septiembre de 2006

Enredos De Una Vida Sin Caminos Determinados...

Triste melancolía, que viene me acompaña y se va. Me deja sola. Y yo, triste, extrañando aquello que una vez tuve. Que alguna vez dejó algo en mi.
Extrañando lo extraño de eso que alguna vez tuve en mis brazos, que me besó y mató el tiempo solitario de agujas y clicks, y clacks.
Alegre y bondadosa compañía, de aquellos que no están, de quienes estuvieron y son ausentes fisicamente. De quiénes creen estar, pero no son más que fantasmas en algún rincón.
Sincera mentira que traicionó mis días. Directa indirecta de quién dijo de frente a mis espaldas que la vida de mi vida, no era vida, ni futuro. Eterno presente.
Y que alguien de respuesta alguna, a esa pregunta retórica que gira en las mentes de quienes no piensan realmente.
Capricho conformista de quienes no tienen poder de decisión.
Y quiero irme, y quedarme. Y ser sin estar. Ver lo que no hay. Y decir sin palabras lo que no hay que decir.
Recuerdo de cosas que parecen mentira.
Y la lluvia para, no siempre lloverá. Pero los soles se alejan. De vez en cuando brillan.
Y ese sentido, que carece de cordura, se camufla con verdades desconocidas. El ruidoso silencio de la tranquilidad.
Encerrada en la libertad de elegir lo que será. Será.
Dejenme salir.
Ya no quiero dudar.

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