lunes, 4 de enero de 2010

Sólo sola

Sola.
Yo estoy sola. Prácticamente, vivo sola.
Duermo sola, hablo sola, como sola, viajo sola, camino sola. Me miro y estoy sola.
A nadie le reprocho esta condición, o sí. Pero, me lo reprocho a mí misma. Me lo reprocho sola. Y, en realidad, no es un reproche.
Solo. Él también está solo. No sé qué tan solo.
No sé si duerme solo, si habla solo, si come solo, si viaja solo o si camina solo. Pero lo miro y está solo.
Dudo que a alguien le reproche esa condición, o quizás sí lo hace. Pero, ojalá se lo reproche a él mismo. Ojalá que se lo reproche solo. Y ojalá que, en realidad, no sea un reproche.
Solos. Ellos están solos. Vaya uno a saber qué tan solos.
Vaya uno a saber si duermen solos, si hablan solos, si comen solos, si viajan solos, si caminan solos. Vaya uno a mirarlos y no estarán solos.
Ellos le deben reprochar a varios esa condición, o quizás no. Pero con sólo verlos de lejos uno puede darse cuenta de que no se lo reprochan a ellos mismos. No se lo reprochan solos. Y parece ser el peor de los reproches.
Todos estamos solos. Vinimos y nos vamos solos.
Adornen, tapen, decoren, pinten, guarden, escondan, maten..., lo que quieran y cuanto gusten. A mí no me importa.
Él y yo estamos solos. Sólo somos solos. Y quizás sea una de las cosas en la que más nos parezcamos pero, a la vez, la que nos separa. Entonces, acá estoy... Sola, mirando por la ventana. Atenta y distraida. Pensando en el fracaso de todos esos cables que de la calle se pegotean a esta estructura de cascotes intentando conectarme con todos esos solitarios, despiadados con sus soledades, cuando lo único que necesito es estar sola.

1 comentario:

Nicolás Andrade dijo...

La igualdad de condiciones nos une. Parece que estamos solos, pero si querés no estamos tanto.

"Hablame al oído" como link para poner comentarios, ¿te acordás?, te lo escribí yo.

Te quiero gorda.