domingo, 11 de abril de 2010

Nunca supe si alguna de todas esas cosas que dijo –aparte de las que a mí me dijo– me correspondían en alguna medida. Me encantaba imaginar que sí. Y me gustaba decir cosas al aire a modo de respuesta. Creo que ahora estoy haciendo lo mismo. Y es que sus últimas palabras fueron justo cuando yo terminé de hablar.
Suena la sirena de bomberos y pienso que a quién mierda se le ocurre prenderse fuego un domingo a esta hora. Interesante que haya pensado eso mientras escribo esto. Curioso, cuanto menos.
No sé si quedarme con el recuerdo de haber jugado a tener un diálogo o si eliminar la duda de si jugabamos los dos o no.
Me encantaría saber si alguna de todas esas cosas que dijo –aparte de las que a mí me dijo— me correspondían en alguna medida. Y me encantaría, también, saber cuáles.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En casa también se escuchó la sirena. En casa también solemos fabular con las palabras ajenas. En casa nos hacemos cargo de todo.
(La palabra que tengo que descubrir para poder mandarle gas a esto es: FORROWN. Je!)

Tu otro yo, el anterior al actual.

tiviandra dijo...

Digamos que..., hace no mucho me di cuenta de que tengo derecho a saber quiénes son mis verdugos y con qué instrumentos hacen su trabajo.

Anónimo dijo...

Poética Ivana, me encantaría ser quien vos quieras. Pero tristemente, sólo soy yo, el ente de anoche.

tiviandra dijo...

Eitíaienei...