Me pregunto si habrá llovido el día que nací. Realmente, parece a propósito.
Y la verdad es que no sé con qué fue. Un cuchillo, quizás. No sé. No llegué a ver. Cuando me abrazó parecía no tener nada en las manos. Y fue por la espalda. Siempre es por la espalda. Nunca se animó (ni él ni nadie) a apuñalarme por el frente y mucho menos mirándome directo a los ojos.
Parece a propósito. Llueve, como todas las veces que he vuelto a nacer. Para mi sorpresa, también hay sol.
A porpósito, todavía nadie me ha visto morir.
Y la verdad es que no sé con qué fue. Un cuchillo, quizás. No sé. No llegué a ver. Cuando me abrazó parecía no tener nada en las manos. Y fue por la espalda. Siempre es por la espalda. Nunca se animó (ni él ni nadie) a apuñalarme por el frente y mucho menos mirándome directo a los ojos.
Parece a propósito. Llueve, como todas las veces que he vuelto a nacer. Para mi sorpresa, también hay sol.
A porpósito, todavía nadie me ha visto morir.
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