miércoles, 4 de agosto de 2010

Solución momentánea

Quería no tener que ver más esa cara.
Quería que desaparezca, se vaya, se esfume, no sé. Pero que no volviera nunca.
Tenía ganas de que no quedara más nada de ese ser. Me molestaba. Me molestaba tanto.
No aguantaba esa mirada. No toleraba más esa presencia.
Tenía ganas de destruir todo lo que fuera suyo. Tenía ganas de que no se presentara nunca más ante mis ojos.
Llegué al punto de no aguantar más. Me había saturado. No pude más.
Y rompí el espejo.

No hay comentarios.: