lunes, 8 de noviembre de 2010

De idiotas y de ya nada más

Es tan idiota el que hace como el que opina sobre lo que el otro hace. Nunca me molestó ser idiota de los primeros. Tampoco me molesta que no importe eso. Siempre me molestó que tus acciones se contradigan con tus ganas. Y ahora pasé a ser de los segundos. Pero sigue sin molestarme, siempre me asumí idiota.
Ya no siento tu olor a animal. Ya sos un ser humano. Para alimentar mi lamento, de esto también ya me aburrí. Hace rato no asesinás despiadadamente. Hace tiempo que no sos verdugo.
Entonces mejor, andá a acumular años, pero muchos años, y recién después de eso vení y enseñame a vivir.

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