viernes, 21 de enero de 2011

De tantos en tantos

De tanto en tanto, el vidrio de la ventana le hace coros al viento. De a ratos, el sonido del cubo negro se anula. Y un reloj digital sin hora no me avisa nada. Y una colección de encendedores que no andan me piden fuego.
De tanto en tanto, me acuerdo de lo efímero de estos miles de años que pasaron desde la última vez que escribí. Años, fueron años. Y reniego de la parte de "efímeros".
Cero, impar, impar y cero. De esos horarios redondos. Pero el sueño no llega. Y los impares gritan insomnio, desvelo, trastorno horario post vacacional de vacaciones laborales.
Y acá estoy. Así que no grités, loco de al lado. Así que no llores por no ser destino final, muda de siempre.
Date la bienvenida. De amor solo mueren, y de forma respetable, algunos personajes de Gabriel García. De hambre podemos morir los dos, los tres, los cuatro, todos.
De tanto en tanto..., ¿qué sentido tiene la palabra "culpa"? No cabe en la definición de un diccionario, ni siquiera en la del Real. Mucho menos en una botella. Ni te digo si es de lavandina.
Así que no gritemos, no lloremos. Hay suicidas que no mueren.
Descansar... Y cerrar los ojos durante horas, de tantos en tantos. De tantos encantos.

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