domingo, 3 de abril de 2011

De lugares que frenan y de tiempos que siguen

El tiempo se frena cuando me voy de un lugar.
Yo avanzo, me muevo. Mi tiempo es el que se va. Allá nada sigue, todo se paraliza. Intacto queda. El tiempo se estanca en ese lugar. Y algunos me convencen de que si vuelvo todo estará igual.
Pero pará, seguí, frená, volvé.
Mi tiempo avanzó. Y cuando vuelvo a ese lugar, su tiempo se adecua al mío y en un segundo se acelera, me sigue, me alcanza.
Entonces, yo me como el verso de que el tiempo no se estancó en ese lugar.

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