Hoy la llevé a mi mamá a viajar en colectivo. Por primera vez en mucho tiempo, tanto así como muchos años, esta mujer no se sube a un colectivo, por ende, no tiene ni idea de cómo poner las moneditas en la maquinola para que te salga el boletito. Fuimos a la parada del 160, lo esperamos, llegó, nos subimos, saqué los boletos. Para la suerte de ella, el colectivero muy simpático, nos cobró menos. Un amor el muchacho. Anyway, nos sentamos casi atrás de todo, y viajamos. Estaba re contenta, se reía, para ella era toda una nueva experiencia, según dijo.
Bajamos, caminamos unas cuadritas y ¿dónde nos fuimos a meter? A un consultorio, sí. Fui a ver a un traumatólogo.
So, yo la llevo a pasear en colectivo y ella se caga de risa. Ella me lleva a un consultorio y yo salgo (como siempre que salgo de un consultorio) con cara de orto.
Mirá qué crueldad.
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