jueves, 4 de marzo de 2010

Clásico

Insomnio de fin de verano. Clásico. Tan clásico como el insomnio de comienzo de verano pero, no tanto como el insomnio de verano en transcurso.
Aunque, este no es como el de todos los años. Este hasta parece razonable.
Me mantiene despierta, todo el tiempo. Tengo que poner ganas para poder conciliar el sueño, sí. Ante todo, por más razonable que sea, es insomnio. Pero si le explico de buena manera que tengo que dormir unas horas porque al día siguiente tengo cosas para hacer, el tipo me deja. Se va y me deja dormir.
No sé si es que durante el transcurso del año pasado maduró un poco o si en realidad se va porque cuando mi sueño llega lo hace como si fuese un gigante monstruo verde que viene del espacio y come relojes. Como ese que me enseñaba inglés cuando estaba en la primaria.



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