jueves, 21 de octubre de 2010

Pánico y siembra

A veces veo todo como si fuese un grandísimo escenario. A veces, asumo que es todo un plan macabro. Tanta gente que planea, organiza y hace negocios con lo que pasa todos los días. Y tanta otra gente que ni puede llegar a razonar un porqué de cada cosa que le pasa todos los días. Como obra literaria —entendiéndose por ello, también, como cinematográfica y/o teatral— podría ser estupenda. Y es que Buenos Aires es salvaje y más aún, las mafias que la componen.
Se siente como si el aire se hubiese hecho espeso. Curiosamente, el clima se adapta a las circunstancias. Se aproxima una especie de colapso, se puede sentir el aroma a colapso.
A veces se ve todo como si fuese un grandísimo escenario. Quizás, en ese momento, alguien decide que, para mantenerse dentro de los planes fríamente calculados, es necesario hacer un sacrificio. Y entonces un dedo aprieta el gatillo, la bala se dispara y un cuerpo cae. La ciudad se paraliza una vez más. Ya ha pasado. Seguramente vuelva a pasar. El plan se mantiene, el sistema funciona. Pueden volverse muy turbios los buenos aires.
El caos. En algún momento llegará el verdadero caos, total y completo. Y todos lo esperaremos, ansiosos por el cambio. Pero..., ¿no les da un poco de miedo?

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