viernes, 12 de noviembre de 2010

De la plaza

Te quiero tanto, corazón. Pero entendeme. Yo no puedo seguir acá parada mirando cómo jugás en la plaza. Ya no puedo cuidarte. Estás grande. Tenés tus amiguitos, jugá con tus amiguitos. ¡Qué rápido creciste, corazón! Se nos escapa el tiempo de las manos, eh. Pero vos no te preocupes. Yo siempre voy a estar cerca para cuando lo necesites. ¿Qué? No, ahora no. Ahora me tengo que ir a hacer cosas de grande. Pero vos andá y jugá, corazón. Jugá. Divertite, corazón. Te quiero tanto. Pero yo no me puedo quedar acá parada mirándote jugar. Entendeme, corazón. Hagamos de cuenta que cuando se haga la hora te paso a buscar. Te quiero, corazón. Chau, mi vida. Chau.
Y le dejé los dos juguetes en el primer escalón.

No hay comentarios.: