jueves, 30 de agosto de 2007

Insólita y temprana...

Asquerosa esa costumbre de provocar incertidumbres.
Somnolienta esperanza. Molestia de descanso. Marco de tensión.
Insólita y temprana.
Malhabida esa costumbre.
Capricho conformista. ¿Otra vez?

¡Ja! Y la mar en coche...

No importa quién empieza. Importa cómo, cuándo y por quién, se termina.

martes, 21 de agosto de 2007

La vida de la mía...

Si la frase no es la fase de retornos y caídas.
Si la vida de la mia, nada tiene y se desliga.
De los llantos y caricias no hay escape.
Aunque corra y me corran, no hay suplicio que me alcance.
Para darte tantos palos de esa lluvia torrencial.
Para verte por la mira de ese techo inmemorial.
Y es que solo con rencores te dignás a hablar de mí.
Y yo solo siento pena, por aquello que sufrís.
Sin refugio y sin locuras, vivís esperando vivir.
Porque no tenés salida, y de a poco llega tu morir.
De tu incrédula esperanza no podés escapar.
No dejás de engañarte, creyendo que sos más.
Y desde mis rojos y verdes, de mis campos de paz,
no culpo a tu envidia. Pero no me vas a tirar.
Y tus crudas mentalidades de absurda libertad
no hacen más que darme risa, con tu pobre realidad.
Si la frase no es la fase de retornos y caídas.
Si la vida de la mia, nada tiene y se desliga.
Con los bombos y platillos, con el piano y los violines,
solo veo tu tristeza, trágica y vacía.
Y tu muerte no me afecta, no te aflijas, vida mía.
Pero es que lo tuyo poco importa, nadie está a tu medida.
Pobre ave perdida, que lamenta su existir.
Ya no mires hacia abajo, no podés sobrevivir.
Y siendo fase la frase, de retornos y caídas,
yo te digo, triste vida, no hay razón en lo que digas.

lunes, 13 de agosto de 2007

domingo, 12 de agosto de 2007

martes, 7 de agosto de 2007

Etapas del juego... (Última parte)

EL FINAL (quedan pocas piezas y peones. El juego se define...)


El silencio abundaba. Solo era inturrumpido por el sonido de las piezas al ser movidas. Tip, tip. Tac. Y ese era el sonido de las mismas contra el tablero y contra la mesa, respectivamente.
El juego era la viva imágen de una guerra interminable. Si bien el ajedrez en sí recrea un enfrentamiento armado, con reglas que implementan cierta simulación de la estrategia y organización militar, la situación dejaba notar cómo se había transformado en un enfrentamiento personal.
Las miradas de cada uno de los jugadores demostraban que ya no era una cuestión de ver quién ganaba al ajedrez. Era demasiado personal. Quien ganara tomaría el poder del lugar.
El tablero estaba cada vez más complicado. El diálogo amistoso ya no tenía lugar. Es que, sin decir nada, comenzaron a enfrentarse cuan si fueran los peores enemigos.
Solo importaba aplastar al ejército contrario.

Moral - Sabés que está mal. Lo sabés. No podés hacer las cosas porque sí. Porque a vos se te cantó. Deberías pensar más. Realmente no te entiendo. ¿Siempre fuiste así?¿Siempre hiciste lo que quisiste sin pensar en nada, ni en nadie?
Impulso - Mirá, me tenés cansado. Vos te la pasás pensando en todo y en todos, en qué dirán si... Yo te pregunto a vos, ¿alguna vez hiciste algo que vos querías hacer sin sentirte culpable?¿Alguna vez te arrepentiste de no haber hecho algo que te hubiese encantado hacer?
Moral - Me parece que sos muy egoísta.
Impulso - A mi me parece que te fijás tanto en los demás que llegás al punto de olvidarte que vos también existís.
Moral - Jaque. No es así. Vos siempre vas a ser un egoísta. Nunca pensás en otra cosa que no sea en vos.
Impulso - Salgo del jaque y mirá cómo te la doy vuelta. Jaque. Te equivocás, no es que yo no pienso en nadie. Es que yo, no pienso, actúo.
Moral - Pero... En serio... Vos sos...¡Pará! Me estás matando.
Impulso - Sí...
Moral - No. No. ¡No te puedo creer!
Impulso - Algún día, cuando dejes de pensar tanto y olvidarte de vos misma... Algún día, me vas a entender. Jaque mate.

Fin.

domingo, 5 de agosto de 2007

Etapas del juego... (Segunda parte)

EL MEDIO JUEGO (cuando los dos bandos aún tienen muchas piezas y peones, y estos entran en intenso conflicto...)

Moral - ¡No! ¿Cómo no ví eso venir?
Impulso - ¡Jajaja! Ahora me voy tomando más confianza. Me dijo Corazón que querías presentarme a una amiga tuya. ¿Cómo me dijo que se llamaba?... Cordura. ¿No?... Si pensás mucho la jugada, me aburro, che.

El tablero se encuentra complicado. La moral empezó muy bien. Pero el impulso, aún sin tener un total y completo conocimiento estratégico del juego, comienza a saber cómo moverse.
Todavía hay en juego muchas piezas. Pero cada vez son más las que se acumulan al costado del tablero.

Moral - Este es un juego para usar mucho la cabeza. Tenés que ser paciente... ¿Cordura? Sí. Es muy linda chica. Como persona, es muy diferente a vos, pero creo que te vendría muy bien. Para mi te acomodaría un poco.
Impulso - ¡Qué raro vos! Siempre queriendome enganchar con alguien que "me acomode las ideas". Igual, no sé. Vos sabés que yo estoy metido mal con Incoherencia. ¡Cómo me puede esa mujer!... ¡CHE! Mi alfil. Me mataste con esa. Sos guacha cuando querés.
Moral - ¡Jajaja! ¡Me encanta este juego!... Sí, ya sé que estás "enamoradísimo" de ella. Para mí está re loca. Es una pirada y no me lo podés negar.
Impulso - ¡Sí! Y eso creo que es lo que más me gusta de ella. Hace cada cosa. Me tiene a los suspiros. Y vos me conocés, yo no soy de engancharme con UNA. Pero me puede, me puede mucho.
Moral - ¡Jaque!... Yo ya no la tolero. Antes nos hablamos un poco. Pero nunca me hace caso a lo que le digo. Ni sé para qué le hablo.
Impulso - Es hermosa. Te toca.
Moral - ¡Bien jugado! ¡Cada vez se pone peor esto, eh!


Continuará...

sábado, 4 de agosto de 2007

Etapas del juego...

Preparan el tablero de ajedrez. Se sientan alrededor de la mesa y comienza el juego.

LA APERTURA (que comprende las primeras jugadas, donde las piezas van saliendo de sus casillas iniciales...)

Impulso - Sos blancas, empezás.
Moral - Sí. Esperá que me acomode.
Impulso - Y bueno, como te decía. Hace tiempo que no veo a Razón. Es tan vueltera esa mina. Yo no sé por qué da tanta vuelta. Si en definitiva, después, termina por hacer nada.
Moral - Bueno. Sí, yo la entiendo. Pero entendé que vos tampoco pensás mucho las cosas. Jugá.
Impulso - Sí. Vos la entendés, pero porque ustedes dos siguen mucho las reglas. Yo hasta dudo que sepan divertirse. ¡Epa! ¡Qué jugada! Ya desde el principio podemos decir que esto va a dar para largo...
Moral - ¡Jaja!... Bueno, no es que sigamos demasiado "las reglas". Pero hay cosas que hay que tener en consideración. Creo yo... Dale.
Impulso - Supongo. No sé. Ahí va... Dejame pensar.

Minutos después el impulso hace su jugada. La moral lo sigue.
Silencio. Solo se escucha silencio.
Las piezas comienzan a ser desparramadas por todo el tablero. Las jugadas son tan estratégicas que, efectivamente, se podría decir que el juego duraría mucho tiempo.

Moral - Che, ¿no sabés cómo anda Corazón? Hasta donde yo sabía se llevaba muy bien con vos. ¡Uh! Te maté con esa jugada.
Impulso - Sí, siempre nos vemos. Nos llevamos muy bien. Siempre me dice que lo hago sonreir mucho. Yo creo que ese chico me adora por demás.
Moral - Yo lo aprecio, pero tenemos muchas diferencias a veces. Por momentos quiero matarlo. ¿Cómo puede ser que muevas tan rápido? Tendrías que pensar un poco más tus jugadas.
Impulso - Yo te advertí que no era muy buen jugador de ajedrez. Pero viste cómo soy. Aunque no sepa nada de nada, yo me mando.


Continuará...