jueves, 25 de febrero de 2010

Yo avisé...

Hay quien intenta domesticar a un salvaje.
Pero, miren que los desnudos están en vías de extinción.


Yo prefiero ensuciarme los pies y bañarme con agua de río.

Tarde o temprano

Ponele el baticinturón. Ponele la capa y la pechera.
Sacale el faso y el alcohol. Ponele la remera.
Ponele lo que gustes. Sacale lo que quieras.
Retalo. Sonreíle. Divertilo. Agotalo. Advertile.
Agua y aceite.

Ni hoy ni mañana. El mes que viene, tal vez.
Impertinencia, estufa y kerosene.

miércoles, 24 de febrero de 2010

En otro lado

En otro lado, hace no mucho dije esto:

"(...)Sé que muchos de mis puntos de vista no son comprendidos. Tampoco me tomé realmente la molestia de explicarlos como correspondería.
A veces doy cosas por sobreentendidas. Hay límites que quisiera que exploten y que de ellos nazca una enorme ola de libertades. Difícil que ocurra.
Náusea otra vez. Y es entonces cuando me gustaría que él estuviese acá. Ya sea para entenderla, para alimentarla o para sacarla. Esa puta náusea.
Y yo gritaría algo similar a que se metan todas esas mierdas en el orto. Y él me abrazaría para calmarme, para demostrarme que lo entiende y para hacerme sentir acompañada con algo real dentro de toda esa falsedad. Tampoco funcionaría... Quizás.
A esas alturas se pierde un poco la perspectiva. Algunos profesionalismos ya me aburren. Creo que tengo ganas de algo un poco más improvisado.
Y ojalá que todo salga mal".

Hoy me dieron ganas de repetirlo.

Viaje al Campo de frutillas II

Así estuvieron los días.

martes, 23 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 10.ª entrega

Martes 23 de febrero de 2010.
Córdoba Capital.

Llegamos esa tarde y el cambio de ambiente se hizo notar.
Una ciudad que en otra circunstancia podría haberme parecido dentro de todo tranquila, ayer me sorprendió haciéndome sentir como si estuviera en Buenos Aires. Pero un rato más tarde, se calmó. Y así pude apreciar esa hermosa ciudad de la que tanto había escuchado hablar.
He saldado una deuda y ha sido todo un placer.

lunes, 22 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 9.ª entrega

Lunes 22 de febrero de 2010

Dejamos al Río Quilpo. Nos vamos de San Marcos. El próximo destino es Córdoba Capital. Después de una noche allá, pegamos la vuelta a casa.
Una banda de cosas me esperan allá. Todavía no las asimilo. Tengo días para seguir despejada.
Despejada..., como aquel cielo de horas nocturnas vistos desde ese río que cálido se siente a la hora en que el hombre duerme y la paz reina.
Quien dijo que esa oscuridad no hacía diferencia se equivocó. Mi humilde opinión es que lo hace, incluso, más bonito.

domingo, 21 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 8.ª entrega

Domingo 21 de febrero de 2010

Picás con el pie en la punta de aquella roca alta y saltás. Dos segundos después, el agua te abraza con toda su espuma y toda su frescura, y así te ayuda a aguantar. Te impulsás hacia arriba y buscás la bocanada de aire. Abrís los ojos. Te das cuenta de que estás vivo.
Ahora, dejate llevar. La corriente te devuelve.

sábado, 20 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 7.ª entrega

Sábado 20 de febrero de 2010


Llueve de manera hermosa. El ruido del agua contra la carpa me hace sentir en la lejanía de algún rincón de uno de mis mundos.
En este momento hay tres personas conmigo y, por alguna razón, me siento más sola que de costumbre. Quizás no esté total y completamente cómoda con algunas de mis condiciones.
Extraño algo, sí. Extraño todo eso nuevo que no sé si sucederá siquiera.
Malhabida esa costumbre.

viernes, 19 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 6.ª entrega

Viernes 19 de febrero de 2010

Río Quilpo a pleno.
Se armó una cadena de pensamientos y como resultado final, no tengo ni la más puta idea sobre para dónde mierda voy a salir enfilada cuando vuelva a casa.
Casa. Hace rato que tengo ganas de que el domicilio de ese lugar al que denomine así sea otro.
Y ni siquiera estoy ahí.

jueves, 18 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 5.ª entrega

Jueves 18 de febrero de 2010
San Marcos Sierras.

Llegamos al pueblo ayer a la noche. Muy bonito.
Acá, casi todas las cosas son una artesanía.

Río Quilpo.
¡Puta madre, qué lindo lugar!
Escribo sentada en una roca al pie del río mientras mojo mis pies. Me rodea mucha naturaleza.
Difícil olvidarse de este lugar.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 4.ª entrega

Miércoles 17 de febrero de 2010
Micro de Carlos Paz a Capilla del Monte.

Abandoné Tanti esta mañana cuando me tomé un colectivo hacia Villa Carlos Paz.
Ahora voy camino a Capilla del Monte.
El viaje no es agotador y el paisaje es hermoso. Córdoba es hermosa.
Escucho hablar al resto de los pasajeros. Esa tonadita... Me remonta a un viejo pasado en Buenos Aires. Once, para ser más precisa.
Es lindo.

Supongo que siempre tuve un pensamiento escondido que me acercaba a estos caminos. Hoy lo noto, realmente.

lunes, 15 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 3.ª entrega

Lunes 15 de febrero de 2010
Tanti.

El pueblo es muy bonito. El río es fresco y es tranquilo hasta que se desparrama por la cascada.


Podría quedarme horas y horas en este momento. Sentada en una roca, en el medio del río. Una brisa suave que me refresca la cara. Cierro los ojos cada tanto y esucho. Estoy envuelta en el sonido de las cascaditas que me rodean.
Un hermoso suicidio.

domingo, 14 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 2.ª entrega

Domingo 14 de febreo de 2010
Micro de Buenos Aires a Tanti.

Hay cosas que, simplemente, no se cuentan.
Y hay, también, un viaje muy largo para poder masticar todas esas palabras.


Esa lluvia contra el vidrio no ayuda. O ayuda demasiado.
Depende de cómo se mire.

sábado, 13 de febrero de 2010

Viaje al Campo de frutillas II, 1.ª entrega

Sábado 13 de febrero de 2010

En la jungla. Alta locura con un panfle, un pollo, un pato y un puto.

Viaje al Campo de frutillas I

Viaje al Campo de frutillas I, 12.ª entrega

Viernes 12 de febrero de 2010.

El departamento ya está limpio y en condiciones para ser abandonado hasta la próxima visita de alguien. Me quedan horas de estadía todavía. Pero ya estoy pensando en los próximos destinos.
Solo para que sepan: de acá me voy a Lanús. Pararé en casa por unas horas. Desarmaré el equipaje que tengo ahora conmigo y prepararé la mochila y la carpa para el siguiente viaje que consistirá en una pequeña visita a alguna isla en Tigre. La idea de ir para allá es festejar el -tardío- cumpleaños de mi hermano mayor. El domingo a la tarde planeo dejar la isla e ir directamente a Retiro. Ahí me encontraré con dos amigas y las tres nos tomaremos un micro con destino a Tanti, en Córdoba.
La estadía en Córdoba consistirá en recorrer varios puntos, algunos de ellos pueden ser: Tanti, San Marcos, Córdoba Capital, seguramente. Por ahora así creo que será. Quizás cambie, veremos.
Pero por el momento, sigo acá. En mi departamento ubicado en Costa Azul –entre La Lucila del Mar y San Bernardo–. Y me llevo conmigo una valija mucho más fácil de trasladar que la que traje; las mismas pertenencias que vinieron; textos hermosos; excupitajos asesinos; algunas heridas curadas; otras nuevas; un recuerdo de reencuentro; un encuentro nuevo; un par de anécdotas de esas que no son para compartir sino para uno mismo; unas cuantas soledades; un recuerdo de último verano y un cielo de hermosuras sobre mi cabeza.
No sé exáctamente cómo vine, pero me voy bien.


La moraleja no se aprende sino hasta el final de la historia.

Viaje al Campo de frutillas I, 11.ª entrega

Jueves 11 de febrero de 2010

Tengo una prima. Sé sobre ella.
Ella tiene una prima. Ella sabe sobre mí.
Tengamoslo en cuenta.

Viaje al Campo de frutillas I, 10.ª entrega

Miércoles 10.º de febrero de 2010

Decididamente, esta primera etapa de lo que son y seguirán siendo mis vacaciones este verano ha sido de lo que menos esperaba.
Un cierre y un comienzo. Bastante completo, debo decir.

Viaje al Campo de frutillas I, 9.ª entrega

Martes 09 de febrero de 2010


Estos días anteriores fue difícil llevarme bien con esto y con aquello. En alguna medida, ya sabía que podía ocurrir. Y era inevitable.
Hoy me siento mucho mejor. Será porque entiendo que me quedan pocos días de esta paz.


Desde el balcón miraba a un pájaro que se posó en la punta de la rama más alta que sobresalía de la copa del árbol. Aunque estaba a unos cuantos metros podía verse casi en detalle. Pancita amarilla, cuerpito marrón, pico negro y largo. Se quedó ahí un ratito, haciendo equilibrio. Otro pájaro igual se acercó. El primero cambió de rama y le dio su anterior lugar al segundo pájaro. Este segundo llevaba algo en el pico. Se lo pasó, de pico en pico, al primero. Éste lo sostuvo un rato y se lo devolvió al segundo. El segundo pájaro se fue. El primero se quedó unos segundos y después se fue volando en una dirección diferente a la que había tomado el segundo.
No sé exactamente qué moraleja me quedó de esa imagen. Supongo que debe haber mucho para aprender. Pero, estoy segurísima de que fue un momento hermoso. Para ellos dos, en su vida natural y cotidiana. Y para mí, ver todo eso.
Si de algo me doy cuenta es que en algún momento voy a querer ser un primer pájaro y poder tener la seguridad de que cuando llegue el segundo pájaro todo va a funcionar como debe de funcionar. Como la naturaleza lo indica. Y es que somos animales con razones.
Por ahora, solo quiero volar y posarme en la punta de la rama más alta que sobresalga de la copa de algún hermoso árbol y poder hacer equilibrio, aunque sea por un ratito.


No estoy enojada, para nada. En serio. Espero que seas muy feliz, porque sos una persona adorable.
Pero ya no espero nada. Y por más que espere, demasiado lejos estamos a esta altura.
Vamos por diferentes caminos. El mío es aquel, con pastos altos y árboles, por el que pocos van. El tuyo es aquella peatonal en el auge de la temporada.
Quizás algún día quieras visitarme. Y siempre te recibiré con los brazos abiertos.
Siempre fuiste una persona hermosa conmigo. Y te lo agradezco de todo corazón. Espero haber sido una linda compañía para vos.
Nos despedimos sin darnos cuenta. Y creo que por eso no lo disfrutamos.
Algún día nos encontraremos de nuevo. Y cada vez que lo necesites, conmigo podrás contar.
¡Espero que tengas una hermosa vida, mi alegría!

Viaje al Campo de frutillas I, 8.ª entrega

Lunes 8.º de febrero de 2010

No tengo ganas.

Viaje al Campo de frutillas I, 7.ª entrega

Domingo 07 de febrero de 2010


Acabo de quedarme sola de nuevo.
Fue un lindo fin de semana.
Ya se pasará.

Viaje al Campo de frutillas I, 6.ª entrega

Viernes 05 de febrero de 2010


Ya preparo mi mente para que entienda la idea de que hoy sociabilizaré con gente conocida. Alguna parte de mí se siente invadida. Otra parte siente un poco de ansias.
No será malo tener contacto con ellas. Hasta donde yo sé, son amigas y no enemigas. Pero, ¿yo qué soy?
Trataré de no huir. Quiero que me vean hoy y quiero verlas a ellas como siempre. Mal o bien, este fin de semana será clave.


Llueve de forma hermosa. Y, tranquilamente, podría elegir este preciso instante para morirme en esa ola que está a punto de romperse.


De todas las veces que hice el amor, pocas veces me desnudé completamente.


Quiero que quede registrado: el objetivo de prepararme un fernet era terminar con lo poco que quedaba de la Coca ya que así, me vería obligada a ir al supermercado a comprar Coca y, de paso, las cosas para alimentar a las chicas hoy a la noche.


Sé que en el momento en que ese portero eléctrico emita sonido, un mundo entero se derrumbará cuan muro al final de The Trial.
Y mientras unas cuantas maravillas saltan por el balcón, otras tantas entrarán por esa puerta que en su frente lleva, orgullosamente, un 9.

Viaje al Campo de frutillas I, 5.ª entrega

Jueves 04 de febrero de 2010


No hago mucho, pero los días se me van rapidísimo. Eso indica sólo una cosa: la estoy pasando bien.
Quizás tenga más días de soledad de los que creía. En alguna medida, puede "asustarme" un poco. Por otro lado, creo que –en caso de darse así– nada malo podría salir de ahí. Es decir, en definitiva, voy a tener más tiempo para verme desde otros puntos de vista.
Lo bueno es que no me escondo. Ante las cosas que se me cruzan por la cabeza, sean del estilo que sean, no me escondo.
Veremos qué pasa después.

Más profundizo en la lectura, más me doy cuenta de que es una hermosa metáfora sobre la vida de hoy. Claro que un poco exagerada.
Espero que nadie me pida que cuente por cuáles conclusiones paso mientras leo, porque en estas condiciones, sé que la moraleja me quedará pero, no creo poder ser capaz de explicárselo a otro.

El día ha sido fantástico. El anochecer en playa ha sido hermoso. Pero hay algo que quedó bien claro: es el último verano que paso en este lugar(por lo menos, por unos cuantos años así será).

22:55 fue el mejor momento del día.
Revelaciones por escrito.


Última noche sola por unos días. No sé cuántos, no sé cuánto de soledad me quedará después. Quizás, nada. Por eso, para dejar un registro quiero decir que estos días fueron fantásticos, que estas noches fueron hermosas y que esos momentos de todo y nada fueron de paz.
Ya he dejado dicho antes que he reido, que he llorado. He hecho muchas cosas más, pero esas dos fueron muy importantes.
Si uno en su propia soledad y ahogado en su propio ser puede llevarse tan bien con sí mismo, entonces no debe estar tan errado con desear lo que desea en el futuro más próximo.
Ni es un presagio de muerte próxima ni es una nota suicida con destino: Sr. Juez. Dejemos en claro que este no es el adiós. Es un aviso de que estoy por llegar.
Aquellos que sepan de lo que estoy hablando podrán dibujar una sonrisa en sus caras, pues he logrado sobrevivir a mí. Aquellos otros que no comprendan del todo, no tienen más que leer la oración anterior para darse cuenta de que estoy bien.
Estoy bien.
Hacía tiempo que ese sintagma no tenía realmente sentido.
Gracias.
A mi salud.

Viaje al Campo de frutillas I, 4.ª entrega

Miércoles 03 de febrero de 2010


Ahora me voy a leer a la playa. Llovió mucho a la madrugada. Durante la mañana también. El día está muy gris. Seguramente más tarde llueva de nuevo. Pero en este momento, la playa está hermosamente vestida de gris. La gente no opaca su belleza porque sus días de verano y sol no son hermosos con lluvia. Entonces, salen a pasear por el centro y divierten a sus hijos en los videojuegos y me dan la libertad de poder salir a disfrutar de un libro, un poco de música, unos mates y alguna que otra foto en ese espacio de arena húmeda y furioso mar.


Vivir sola no es desaparecer del mundo, necesariamente. No creo haber sido extremista, por eso estoy tan cómoda y disfrutándolo. El mensaje o el llamado sólo son eso respectivamente. Porque una vez que dejás el celular volvés a estar solo. ¿Qué tan bien puede enfrentarse uno a eso?
No extraño con ese desgarrador sentir de necesidad de ver a alguien en particular, como ya me hubo pasado. Así que, básicamente, no extraño.
Y no me aburro. Leo, cocino, miro películas, escribo, escucho música, tomo fernet, saco fotos, fumo, tomo mate, me depilo, miro fotos, limpio, salgo a caminar, voy a la playa cuando la gente ya se va, duermo, duermo desnuda, me río a carcajadas de distintas cosas que me acuerdo o que se me ocurren, lloro cuando recuerdo algo o pienso en algo en particular. Siento. Pienso. Analizo. Abro los ojos a muchas cosas. ¿Cómo aburrirme?
Soy una solitaria, claro está. Una suicida descalza, tal vez. Que no esté no quiere decir que haya desaparecido.

Esto de vivir sola en este departamento puede pasar a ser de copado a peligroso ergo, revelador.
Hasta ahora fue un muy buen día. ¡Jajaja!

Viaje al Campo de frutillas I, 3.ª entrega

Martes 02 de febrero de 2010


Frené la lectura por un rato. Ese libro me hace pensar en demasiadas cosas.
En alguna medida me hace observar el punto de vista que tiene la gente en ese posible futuro. Un punto de vista que critica duramente nuestras costumbres y nuestras formas de mundo actual. Lo ven de lejos y hablan como si estuviésemos total y completamente equivocados. Cuan si fuésemos imcomprensiblemente estúpidos.
¿Haremos lo mismo nosotros con la historia que conocemos de los presentes pasados?
Supongo que tan lejos de eso, sí que no estamos.

Todavía no llego a la mitad del libro y creo que, por cómo viene la mano, debería haberme traido más cosas para leer.


20:45 fue el mejor momento del día.
(Sola en la playa, fernet, libro, cigarrillos y iPod. El cielo estaba debatiendo si seguir despejado o dejarse matar por aquellas nubes de tormenta que se acercaban amenazantes desde el muelle de La Lucila del Mar hacia el muelle de Mar de Ajó. El viento las ayudaba a invadir territorio. Aroma a verano. Y sonaba de fondo "Heroine").

Viaje al Campo de frutillas I, 2.ª entrega

Lunes 01 de febrero de 2010


20:12 Terminé de fumar. Vacié el termo del mate y lo dejé enfriar. Le saqué la yerba vieja al mate, lo lavé y lo sequé. Lo guardé en mi bolso junto con la cámara de fotos, mis cigarrillos armados, un saquito, las ojotas, el celular y el iPod.
Agarré una botella de fernet de arriba de la heladera, serví fernet en el termo antes mencionado, dejé la botella en su lugar, abrí la heladera, saqué la Coca y me empecé a reir. Caminé hacia la pc, y -ahora escribo que- escribí todo lo que hice sólo para comentar que apenas termine de llenar el termo con Coca, lo voy a guardar en mi bolso y así será mi primera visita a la playa desde que llegué.


21:01 fue el mejor momento del día.

Viaje al Campo de frutillas I, 1.ª entrega

Domingo 31 de enero de 2010


Hoy es el cumpleaños de mi viejo. Lo extraño. Tengo ganas de darle un abrazo. Más que un mensaje de texto, y con lo impersonal que eso es, no puedo darle en este momento. Pero tengo la esperanza de que entienda que ese mensaje no es sólo un mensaje de texto y que con él lleva un abrazo muy fuerte y una expresión de cariño muy grandota. Ese abrazo de una nena chiquita que juega solitaria en un rincón, con todas sus fantasías e ilusiones, con todas esas ganas de estar en este mundo porque no tiene idea de lo que eso significa.
Y mientras todas esas ganas de cariños y abrazos se desparraman por mi mente, tengo la idea de que todo podría haber sido mejor. Pero claro, el ser humano es egoísta por naturaleza y todo nos afectó, nos afectá y nos afectará a todos, todo el tiempo.


23:55 fue el mejor momento del primer día.
(-¿Alguna vez estuviste así, de vacaciones lejos de todo, completamente solo? ¿Y como la pasaste con vos nada más?
-Y en general soy muy solitario así que sí estuve solo. Algunas veces bien y otras no tanto. ¿Vos estás bien? Te quiero.
-Estoy bien. Es lindo saber que nadie me puede molestar y que puedo darme la oportunidad de pasarla bien o no. Yo también te quiero.
-Si necesitás algo llamame. ¡Me duermo! Besos míos y de la Tinita).